Pedofrastia: estrategia de recurrir a niños en un discurso o debate con el fin de conmover a la audiencia, de modo que se deje llevar más por las emociones que por la razón.
El uso y abuso de una menor retrata a la secta climática
No hay mejor ejemplo que el de Greta Thunberg, la adolescente profeta del catastrofismo, de lo que es la charlatanería del cambio climático: es la apelación al miedo para imponer medidas perjudiciales para la economía. Se busca convencer como sea a la gente de que estamos cambiando el clima del planeta al tiempo que se siguen sin aportar las pruebas de que eso es así.
Ante la carencia de argumentos no dudan en recurrir a la manipulación emocional y a abusar de una menor con una clara deficiencia intelectual —digo que es deficiente pues confunde sus fantasías con hechos y cree que todo el mundo tiene que actuar como ella dice, porque ella lo dice—, o la cara muy dura, y que no nos extrañe que acabe siendo un muñeco roto dentro de unos meses. Tarde o temprano van a desmarcarse de esta iluminada.
«¡Las pruebas son abrumadoras!»
Seguro que sí. Y, a pesar de ello, siguen sin presentarlas (ver). Claramente se trata de una religión: afirman que las pruebas son abrumadoras porque tienen fe en que lo que les están diciendo es cierto, pero todo lo que conocen son conjeturas. A los gretinos les han dicho que las pruebas son abrumadoras y los gretinos repiten que las pruebas son abrumadoras. Eso es todo. No hay nada más.
El código de silencio: se prohíbe decir que el emperador está desnudo
Y afirman que nadie debería cuestionar las creencias a las que ellos han llegado sin cuestionar su fundamento:
Que el cambio climático de origen antropogénico es una evidencia científica nadie debería cuestionarlo a estas alturas (al menos sin una rigurosa y sólida teoría alternativa para explicar los hechos evidentes). (fuente)
¡Nadie debería cuestionarlo! No conocen las pruebas, sólo repiten el dogma.¿Suena eso a ciencia?
No dudes. No cuestiones. Es una religión y una religión muy peligrosa pues es evidente que no existe separación entre este culto y el poder político.
No te atrevas a poner en dudas las creencias de Greta y los gretinos.
¿Hay que hablar de la niña profeta?
Hay quien opina que no deberíamos prestar atención a los desvaríos apocalípticos de esta iluminada, porque hacerlo es darle visibilidad a alguien que no es nadie relevante en el asunto del cambio climático. Pero no somos los escépticos con esta religión los que le ponemos un micrófono en la boca. No somos nosotros los que la sacamos en los telediarios. No somos nosotros los que distraemos la atención de la falta de pruebas con este señuelo. Ni somos nosotros los que la utilizan, la pasean por el mundo y los que le han robado la infancia y la han convertido en una patética vendedora de aceite de serpiente.
¿Cómo denunciar y combatir la pedofrastia sin hablar de la niña en cuestión? Hay que hablar de ella, por mucho que nos repugne esta secta y el abuso de una menor.
Aunque una vez escribí un libro que psicoanalizó este fenómeno —es una mezcla de codicia de «seguir el dinero», el culto a Gaia autoflagelante que ha llenado la brecha desocupada por el cristianismo y el fanatismo de control izquierdista puritano y misántropo— todavía encuentro extraordinario que esta locura se haya apoderado de nuestra cultura. ¿Por qué demonios permitimos que los bribones hippies sin lavar y los niñitos de papá consentidos de Extinction Rebellion bloqueen nuestras calles? ¿Cómo es que nuestro principal árbitro sobre qué pensar sobre el medio ambiente es ahora una sueca de 16 años con coleta que se ha dejado el colegio y que probablemente obtuvo sus datos climáticos de Ice Age 2?
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Éste es el patético mundo en el que vivimos.
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Hay partidos que sustituyen el pensamiento por la ideología. Y otros sencillamente no se atreven a plantar cara a la izquierda.
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Y, siendo justos, la derecha borrega, cateta y acomplejada haciéndoles la ola. Que parece que los malos sólo son la izquierda. Miremos también lo que hace la derecha.
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Con o sin maniobras de distracción, el resultado es el mismo: ninguna prueba de que el ser humano esté cambiando el clima del planeta. El intelecto les llega para bravatas en twitter.
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Siempre la misma charlatanería: ¿cuáles son las pruebas de que el ser humano está cambiando el clima del planeta?
Sólo saben ser arrogantes pero las pruebas nunca las vemos.
Es imposible creer en esta mierda.
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Niñas catetas que confunden sus delirios con hechos ha habido siempre. Que la ONU use a una menor para imponer sus políticas es lo novedoso y lo que hace a esta iluminada especialmente peligrosa.
https://cms.frontpagemag.com/fpm/2019/11/open-letter-greta-thunberg-jason-d-hill
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Tenemos un gravísimo problema de falta de inteligencia, personalidad y honestidad en la clase política. Añadamos fanatismo cateto en el caso de la izquierda, pero el problema no es sólo la izquierda.
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Catetismo climático: falacia de autoridad, pruebas falsas y abuso de una menor de edad.
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Espera, que la niña profeta va a responder a esto:
¿De verdad esta gente no se da cuenta de que son simples fanáticos?
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Recuerda a los fascismos del siglo pasado.
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Los alarmistas saben que sus creencias son una religión.
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La demagogia de los liberales: la lucha contra el populismo se hace abrazando el populismo.
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Sin líneas rojas.
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Seguro que la niña profeta va a cruzar el Atlántico sin calefacción…

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¿Por qué borran el vídeo?
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¿Podemos unirnos todos contra la extrema izquierda y sus desvaríos catastrofistas?
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OMG!
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Todos vamos a ser víctimas de la estupidez de la niña profeta. Cientos de millones de niños expuestos a los delirios de esta estúpida.
Sí, utilizan a la niña. Pero hay más niños en el mundo y Greta es una amenaza para todos ellos, no la víctima.
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Son muy listos y nadie les hace caso. Y eso les indigna. Porque son muy listos. Y nadie les hace caso.
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¿Habrá algo que haga la izquierda que no sea una estafa?
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Su delito es decir la verdad, que es que los osos polares no se están extinguiendo. «La ciencia» no soporta que le lleven la contraria. ¡Los niños deben ser asustados con profecías apocalípticas!
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«La ciencia» se comporta como una secta.
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La extrema izquierda no tolera la libertad de expresión.
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https://climatism.blog/2019/11/22/scientist-lets-not-pollute-minds-with-carbon-fears/
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El cambio climático es la fe verdadera.
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La Calentología es lo que es.
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El Partido Popular jura fidelidad al Socialismo Global. Es sorprendente que este partido no haya desaparecido todavía.
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